Alex, Julio está literalmente llorando de risa con tu canción (como no tiene perfil aquí, no puede poner el Me gusta.... no tenéis vergüenza, jajaja, dice que si tuviera perfil pondría a Leticia Sabater... estoy seriamente pensando en banearos!! jajaj).
Entre el infierno y el cielo, galopando entre tinieblas de la periferia al centro del centro a la periferia, el metro.
Con ojos de sueño viene cruzando la madrugada; regresará a medianoche con el alma fatigada, el metro.
Cargando arriba y abajo íntimos desconocidos, amaneceres y ocasos con dirección al olvido.
Por sus arterias discurre presurosa humanidad, el alimento que engorda la ciudad.
De reojo se miran, de lejos se tocan, se huelen, se evitan, se ignoran, se rozan; y en el traqueteo del vagón hipnótico cada quien se inventa la suerte del prójimo.
El escritor ve lectores, el diputado, carnaza; el mosén ve pecadores, y yo veo a esa muchacha del metro.
Los carteristas ven primos, los banqueros ven morosos, el casero ve inquilinos y la pasma, sospechosos en el metro.
El general ve soldados; juanetes, el pedicuro; la comadrona, pasado; el enterrador, futuro.
La bella ve que la miran, y el feo ve que no está solo en este mundo que viene y va.
La bella se deja mirar mientras mira la nada que pasa por la ventanilla. Distante horizonte de cristal de roca, ajena y silente flor de mi derrota.
El revisor ve billetes; el sacamuelas ve dientes, el carnicero, filetes; y la ramera, clientes en el metro.
Los avaros ven mendigos, los mendigos ven avaros; los caballeros, señoras; las señoras, tipos raros en el metro.
El autor ve personajes, el zapatero ve pies; el sombrerero, cabezas; el peluquero, tupés.
Los médicos ven enfermos, los camareros, cafés; yo sólo la veo a ella: la bella, la bella, la bella que no me ve.
Vale Una vida lo que un sol Una vida lo que un sol Vale Se aprende en la cuna, se aprende en la cama, se aprende en la puerta de un hospital. Se aprende de golpe, se aprende de a poco y a veces se aprende recién al final Toda la gloria es nada Toda vida es sagrada Una estrellita de nada en la periferia de una galaxia menor. Una, entre tantos millones y un grano de polvo girando a su alrededor No dejaremos huella, sólo polvo de estrellas.
Vale Una vida lo que un sol Una vida lo que un sol Vale
Se aprende en la escuela, se olvida en la guerra, un hijo te vuelve a enseñar. Está en el espejo, está en las trincheras, parece que nadie parece notar Toda victoria es nada Toda vida es sagrada Un enjambre de moléculas puestas de acuerdo de forma provisional. Un animal prodigioso con la delirante obsesión de querer perdurar No dejaremos huella, sólo polvo de estrellas.
Comentarios
Si me das a elegir
Entre tú y mis ideas
aunque yo sin ellas
Soy un hombre perdido
Si me das a elegir
Entre tu y la gloria
Pa que lleve la historia de mi
Por los siglos
Si me das a elegir
Entre tu y ese cielo
Donde libre es el vuelo
Pa llegar al olvido
Si me das a elegir
Me quedo contigo
Si me das a elegir
entre tu y la pereza
con esa grandeza
que lleva consigo
Si me das a elegir
me quedo contigo
Porque me he enamorado
Y te quiero y te quiero
solo deseo
Estar a tu lado
Soñar con tus ojos
Besarte los labios
Si me das a elegir
Entre tú y mis ideas
aunque yo sin ellas
Soy un hombre perdido
Si me das a elegir
me quedo contigo
Porque me he enamorado
Y te quiero y te quiero
solo deseo
Estar a tu lado
Soñar con tus ojos
Besarte los labios
Si me das a elegir
Entre tu y ese cielo
Donde libre es el vuelo
Pa llegar al olvido
Si me das a elegir
me quedo contigo
Porque me he enamorado
Y te quiero y te quiero
Y solo deseo
Estar a tu lado
Soñar con tus ojos
Besarte los labios
y buscando la encontré: mira que ya la subimos, es la última de este maratón:
http://www.crecerenlibertad.org/foro/index.php?p=/discussion/796/maraton-musical-viernes-1304-domingo-1504#Item_17
La bella y el metro
(Joan Manuel Serrat)
Entre el infierno y el cielo,
galopando entre tinieblas
de la periferia al centro
del centro a la periferia,
el metro.
Con ojos de sueño viene
cruzando la madrugada;
regresará a medianoche
con el alma fatigada,
el metro.
Cargando arriba y abajo
íntimos desconocidos,
amaneceres y ocasos
con dirección al olvido.
Por sus arterias discurre
presurosa humanidad,
el alimento que engorda
la ciudad.
De reojo se miran,
de lejos se tocan,
se huelen, se evitan,
se ignoran, se rozan;
y en el traqueteo
del vagón hipnótico
cada quien se inventa
la suerte del prójimo.
El escritor ve lectores,
el diputado, carnaza;
el mosén ve pecadores,
y yo veo a esa muchacha
del metro.
Los carteristas ven primos,
los banqueros ven morosos,
el casero ve inquilinos
y la pasma, sospechosos
en el metro.
El general ve soldados;
juanetes, el pedicuro;
la comadrona, pasado;
el enterrador, futuro.
La bella ve que la miran,
y el feo ve que no está
solo en este mundo que
viene y va.
La bella se deja
mirar mientras mira
la nada que pasa
por la ventanilla.
Distante horizonte
de cristal de roca,
ajena y silente
flor de mi derrota.
El revisor ve billetes;
el sacamuelas ve dientes,
el carnicero, filetes;
y la ramera, clientes
en el metro.
Los avaros ven mendigos,
los mendigos ven avaros;
los caballeros, señoras;
las señoras, tipos raros
en el metro.
El autor ve personajes,
el zapatero ve pies;
el sombrerero, cabezas;
el peluquero, tupés.
Los médicos ven enfermos,
los camareros, cafés;
yo sólo la veo a ella:
la bella,
la bella,
la bella que no me ve.
Vale
Una vida lo que un sol
Una vida lo que un sol
Vale
Se aprende en la cuna,
se aprende en la cama,
se aprende en la puerta de un hospital.
Se aprende de golpe,
se aprende de a poco y a veces se aprende recién al final
Toda la gloria es nada
Toda vida es sagrada
Una estrellita de nada
en la periferia
de una galaxia menor.
Una, entre tantos millones
y un grano de polvo girando a su alrededor
No dejaremos huella,
sólo polvo de estrellas.
Vale
Una vida lo que un sol
Una vida lo que un sol
Vale
Se aprende en la escuela,
se olvida en la guerra,
un hijo te vuelve a enseñar.
Está en el espejo,
está en las trincheras, parece que nadie parece notar
Toda victoria es nada
Toda vida es sagrada
Un enjambre de moléculas
puestas de acuerdo
de forma provisional.
Un animal prodigioso
con la delirante obsesión de querer perdurar
No dejaremos huella,
sólo polvo de estrellas.